Consumo de alcohol y fertilización in vitro






Una investigación publicada en "Obstetrics & Gynecology" sugiere que la ingesta de alcohol durante una FIV puede condicionar la respuesta al tratamiento.



Fuente: JANO.es





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Las parejas que están esperando tener un bebé a través de un tratamiento de fertilización in vitro (FIV) deberían vigilar su ingesta de alcohol, ya que puede condicionar la respuesta al tratamiento, según sugirió una nueva investigación que publica Obstetrics & Gynecology.



Entre más de 2.500 parejas estudiadas que se sometieron a una FIV, se detectó que las posibilidades de tener un bebé eran algo menores entre las mujeres que habían tomado apenas cuatro bebidas alcohólicas semanales cuando comenzaron el ciclo de FIV. Cuando ambos miembros de la pareja bebieron mucho, las posibilidades eran incluso más bajas.



Los resultados no prueban que el alcohol sea el motivo de las menores tasas de éxito de la FIV, pero aumenta esta posibilidad, es decir, se trata de un factor que las parejas pueden controlar para influir en las probabilidades de tener un bebé, indica la Dra. Brooke V. Rossi, del Brigham and Womens Hospital, de Boston, Estados Unidos. "Hay muchos factores sobre los que los pacientes no tienen control, como su edad o niveles de estrógeno. Pero pueden modificar sus hábitos con la bebida", señaló la Dra. Rossi.



La experta y su equipo informaron que entre las mujeres que decían que bebían actualmente cuatro o más bebidas alcohólicas por semana, un 22% finalmente tuvo un bebé, comparado con un 27% de las mujeres que tomaban menos o nada de alcohol. Después de ajustar la información según la edad, peso, nivel de tabaquismo y otros factores, el mayor nivel de ingesta de alcohol se relacionó con un 16% menos de posibilidades de éxito de la FIV.



No hubo un vínculo fuerte entre el consumo general de alcohol masculino y las tasas de nacimiento por FIV. No obstante, los investigadores hallaron que cuando ambos miembros de la pareja bebían cuatro o más copas por semana al comienzo del ciclo de FIV, la pareja era un 21% menos propensa a tener un bebé, comparado con aquellas que tomaban menos.



La Dra. Rossi y su grupo no se explican estos resultados. Sin embargo, señalaron que los mayores niveles de alcohol, tanto en hombres como en mujeres, están relacionados con un mayor riesgo de fracaso en la fertilización.



Según la Dra. Rossi, el hallazgo deja entrever que el alcohol podría tener efectos en los estadios tempranos de la concepción, aunque, en caso de ser así, no están claros los motivos exactos de esto. “Yo alentaría a las personas a tratar de disminuir, o incluso detener, el consumo de alcohol cuando comienzan una FIV”, dijo la experta.



Tampoco se sabe si lo mismo sucedería en las parejas que buscan concebir naturalmente. Cuando se trata de la fertilidad en general, los estudios han llegado a conclusiones controvertidas sobre el posible rol del alcohol. Algunos sugirieron que las mujeres que beben moderadamente tardarían más en quedar embarazadas que las abstemias. Otros, en cambio, no hallaron relación alguna.

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