EL SILENCIO
Calles lluviosas, silenciosas de una noche
de invierno en cualquier pueblo o ciudad
la lluvia nos empapa mientras nos besamos
a la luz de una farola, luego despierto y no
estás tú, mi amor, mi amante de corazón
Casi siempre el silencio es testigo mudo
de amores incomprendidos y no correspondidos
en la noche oscura y triste la paso pensando
en ti, los recuerdos de tus ojos, tu boca, me
abrasan el corazón y me rompen el alma.
Estoy preso del hambre de tu amor y
deseo estrechar tu cuerpo contra el mío
en un abrazo que nos funda en uno.
Preso de tus recuerdos y en el silencio de la
noche sueño contigo y te hago mía, mi
prisión amor es donde no estés tú.
Sé bien que no soy lo que te mereces tu
ni siquiera puedo ofrecértelo, mi libertad es
afímera pero soy así y no tu príncipe azul
yo hablo de pena y dolor, para mí la vida
no es un cuento, es amargamente sincera.
Cuando el silencio se rompe con tu risa
inunda mi corazón de alegría y me llena
de ti, tu risa es como un himno que me
enaltece y me da una razón para sobrevivir
sin ti, cuando te marchas la soledad me
embarga y el silencio me encadena a tus
recuerdos.
De noche sueño que paseamos por las
calles y en silencio te quiero.
Calles lluviosas, silenciosas de una noche
de invierno en cualquier pueblo o ciudad
la lluvia nos empapa mientras nos besamos
a la luz de una farola, luego despierto y no
estás tú, mi amor, mi amante de corazón
Casi siempre el silencio es testigo mudo
de amores incomprendidos y no correspondidos
en la noche oscura y triste la paso pensando
en ti, los recuerdos de tus ojos, tu boca, me
abrasan el corazón y me rompen el alma.
Estoy preso del hambre de tu amor y
deseo estrechar tu cuerpo contra el mío
en un abrazo que nos funda en uno.
Preso de tus recuerdos y en el silencio de la
noche sueño contigo y te hago mía, mi
prisión amor es donde no estés tú.
Sé bien que no soy lo que te mereces tu
ni siquiera puedo ofrecértelo, mi libertad es
afímera pero soy así y no tu príncipe azul
yo hablo de pena y dolor, para mí la vida
no es un cuento, es amargamente sincera.
Cuando el silencio se rompe con tu risa
inunda mi corazón de alegría y me llena
de ti, tu risa es como un himno que me
enaltece y me da una razón para sobrevivir
sin ti, cuando te marchas la soledad me
embarga y el silencio me encadena a tus
recuerdos.
De noche sueño que paseamos por las
calles y en silencio te quiero.
Comentarios
Publicar un comentario