¿CUANDO COMENCE A BEBER?

Ya ni me acuerdo tendría doce o trece años ¿Por qué? No lo se podría enumerar muchos motivos pero no creo fuera ninguno de ellos seria fácil buscar culpables ajenos a nuestra voluntad y no asumir nuestra propia responsabilidad.
Siempre he sido un niño débil, temeroso, maltratado, soy fruto de un padre alcohólico. Nací un siete de octubre de mil novecientos cincuenta y tres ese mismo dia publicaba la vanguardia unas palabras de Pio XII. ¡Quien vive de la injusticia no puede contribuir a elaborar el Derecho!

Cada día subía andando asta el Casals durante el trayecto hacia mis paradas eran siete o ocho esas eran las copas de anís o barrechas que me tomaba siempre que no me encontrara a nadie sino podrían caer doce o trece depende. Por costumbre cada mañana si tenia algo para beber subía a casa de mi madre si no tenia pasaba de largo la mujer con todo el dolor de su corazón me compraba una botella de anís o coñac así subía a verla luego me marchaba a trabajar yo estaba bien seguía bebiendo lo normal. Estuve un año de esta manera mis problemas con mi mujer se agravaban para postre también venia al bar. Habia faena para los dos.

Un día que subía a casa de mi madre no fue como todos mi sobrinillo Carlos tenia dos años cuando me vio se puso muy contento sin decirle nada nadie me puso una copa vacía que habia en un armario no llegaba pero se lo monto sin saber como no se porque razón ni como pero me estremecí me sentí mal yo estaba equivocado todos tenían razón tengo un problema un mierda de niño de dos años me habia descubierto quien era yo

JULIO = COPA maldita sea salí de casa de mi madre angustiado dolido yo bebo lo normal no me paso me iba repitiendo por el camino soy un buen marido, un buen padre no les pego es ella la que me provoca a un niño de dos años no han podido comerle el coco fue espontáneo natural yo lo vi. Todo el día estuve pensando en ello cuando llegue a casa se lo conté a Mentó entre sollozos le prometí dejaría de beber tengo un problema jamás lo habia reconocido pues lo ignoraba se puso contenta su cara brillaba como hacia años no veía la decisión estaba tomada ella confiaba porque nunca se lo habia dicho antes . Dos días después la casualidad puso en mi camino en el último bar. Antes de llegar al Casals vi. a Pelagio me saludo estaba tomándose un cortado me invito a sentarme entonces pedí un corajillo,¿Es muy pronto? me dijo si pero en mi es normal sin saber como ni lo recuerdo al momento le conté mi problema con el alcohol fue como una aparición como un ángel enviado para ayudarme el me contó que era alcohólico rehabilitado ,si quieres te puedo ayudar te acompaño aun centro le conteste que si necesitaba ayuda así conocí el CAS de Sagrera me daba miedo vergüenza habia visto por la TV terapias, Ola soy Julio y soy alcohólico no podría seguro que a mi que estaba acostumbrado a asambleas a reuniones nadie me comería el coco seguro no me enseñarían nada nuevo con las pastillas y las visitas a la psicóloga lo superaría conocí a Rosa una profesional estupenda insistía en terapias pero yo no lo tenia nada claro. Comencé la larga cuesta no ves la cima pero esta hay escondida agazapada esperando que llegues mis visitas con Rosa eran provechosas hablábamos de todo Al poco tiempo la gente comenzó a notar algo me lo decían que haces estas muy bien eso me animaba a continuar. Al año ya estaba curado y en una noche vieja me tome una copa de cava, seguro lo dominaría lo tenia controlado yo ya estaba curado. Al día siguiente un trifásico de Güisqui a los seis meses mi vida era un infierno bebía a escondidas volví a ser como antes por suerte y con ayuda de mi compañera fui a ver de nuevo a Rosa me esperaba no me lo dijo pero estaba claro volvería comencé con todas las consecuencias visitas y terapia de grupo mi primer día estaba convencido me encontraría indigentes gentes extrañas en fin los llamados lumpen yo era mejor que ellos Cuando entre vi. con sorpresa y vergüenza para mi un grupo de personas como yo mujeres y hombres comenzaron a explicar sus sentimientos, sus inquietudes sus vivencias que eran parecidas a las mías éramos todos parecidos todos teníamos el mismo problema estábamos enfermos éramos alcohólicos recuerdo aquellas tardes con cariño nos ayudábamos mucho la terapia es fundamental para aprender a vivir sin alcohol. Durante dos años Mentó y yo no faltamos ni un día conocimos personas encantadora, con mucho esfuerzo y sacrificio se sale del problema del alcohol Mil veces pido perdon a mi compañera por las humillaciones que le he hecho pasar por mis celos enfermizos la mujer trabajaba mantenía la casa y yo bueno perdon mil veces perdon. Cuando bebes la realidad se distorsiona cuando te recuperas hay que trabajarlo juntos sin olvidar pero con generosidad y mucho amor Cuando deje de beber mi circulo de amigos me llamaban el niño de la coca cola peyorativamente pero no me importaba poco a poco subía y subía al final llegue se puede ya hace mas de 19 años que lo deje sigo en guardia pero convivo con normalidad y soy todo lo feliz que se puede ser en este mundo.

Todo esto lo cuento porque podría excusarme llorar mi desgracia auto justificarme por beber pero la realidad de verdad no hay excusa bebía porque me gustaba al principio luego porque no podía parar deje de ser consciente de que tenia un problema.

No debemos de convertirnos en la vanguardia del antialcohol hoy me considero militante social por la prevencion hay personas que lo toleran que beben con discreción para estas personas les recomendaría .

BEBER RESPONSABLEMENTE



Las actitudes responsables hacia la bebida deben servir para comportarnos de tal manera que nunca tengamos que sentirnos avergonzados o arrepentidos de nuestra conducta así para el individuo que bebe ocasionalmente o con regularidad, pero que no es un alcohólico y esta consciente del peligro de llegar a serlo, existen ciertas normas o reglas que le permiten con seguridad evitar el estado de ebriedad y sus consecuencias. Tales normas, traducidas a consejos que pueden servir a toda persona, son las siguientes:

Reconoce tus verdaderos límites. Casi todos los individuos que beben tienden a presumir que “aguantan” más que otros pero esto es algo sin sentido. Aparte de que el “aguante” mayor o menor no es motivo de orgullo, casi siempre se produce un autoengaño al no querer reconocer que se esta ebrio cuando ya los demás lo notan con seguridad.

Come mientras bebes. Los alimentos se mezclan con el alcohol y evitan que su absorción sea demasiado rápida. Muchas personas disfrutan mejor la comida si la acompañan con bebidas de baja graduación alcohólica. También hay que añadir que factores psicológicos que inducen a beber menos si al mismo tiempo se consumen alimentos sólidos.

No bebas rápidamente. Bebe para disfrutar y degustar tu bebida, no para buscar los efectos del alcohol. Como observación, sabemos que el bebedor que “se adelanta” y que apura a sus compañeros “para que no se le queden atrás”, es por lo regular alguien que no se detiene fácilmente y que casi siempre llega a la embriaguez.

Acepta la invitación a tomar una bebida solo cuando realmente lo desees. No debes admitir ninguna presión para beber cuando no quieres. Si lo permites, niegas el valor que puede tener el departir con otros una situación amable en la que se ingiera moderadamente bebidas alcohólicas.

Evita “tragos” aquí y allá . Ciertos individuos toman a cualquier hora, y a toda hora ofrecen un “trago”. Pero no tienes por que aceptarlo, sobre todo si se trata de beber por beber.

Si comes fuera de tu casa y tienes que regresar conduciendo tu automóvil, es preferible que no ingieras alcohol. En todo caso, bebe moderadamente y con la comida, nunca después. Esta plenamente comprobado que la capacidad de conducir un vehiculo disminuye mucho incluso con bajos niveles de alcohol en la sangre.

Siempre que ‘puedas, evita la bebida fuera del ambiente familiar. Muchos de quienes beben en los bares (no todos por supuesto) buscan más bien los efectos del alcohol que la relación social. Esto no quiere decir que el “beber la copa con los amigos” sea una irresponsabilidad, todo dependerá de si se respetan las “reglas”que estamos recomendando.

No bebas para relajarte o tranquilizarte, cuando lo que realmente necesitas es un cambio de actividad o un poco de descanso. Beber cada vez que este intranquilo, preocupado o deprimido, puede convertir al alcohol en una necesidad que te conduzca hacia el alcoholismo.

JÓVENES Y BOTELLON

Cualquier persona medianamente sensata sabe que el consumo excesivo de alcohol por parte de algunos jóvenes no desaparecerá porque así lo dicte una ley. En realidad, el presunto problema del

“botellón” lo que señala es que los jóvenes no disponen de alternativas reales para divertirse. Criminalizar a esta generación por ello es un sinsentido. Quizás a todos nos a sorprendido que un fenómeno llamado “botellón”, de sobras conocido ,de repente haya copado tantos titulares. Titulares que en algunos casos han llegado a crear un ambiente cercano a la alarma social. Por no hablar de la visión tan negativa que de repente nos ofrecen los jóvenes de este país, y es que hemos leído y oído, de un tiempo a esta parte, cientos de noticias sobre el tema, a saber: creación en Madrid de una mesa para debatir sobre el alcohol en la juventud , el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía insta al Ayuntamiento de Sevilla a tomar medidas contra el “botellón”, vecinos organizan un botellón protesta en las puertas del Ayuntamiento de Madrid , toma por parte de la policía del mismo municipio de las plazas mas emblemáticas del botellón , intento de asalto de una de esas plazas por jóvenes radicales , municipios que proponen un toque de queda para menores a partir de las 23:00 de la noche, aprobación por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid de la Ley sobre drogodependencias, mas conocida como la “ley seca”.

Declaraciones por parte de miembros destacados de la Junta de Andalucía de sus intenciones de aprobar una ley incluso mas dura que la madrileña en algunos aspectos,

La ineficaz “Ley seca”

¿Pero en que consisten todas esas medidas anunciadas por los poderes públicos?.Detengámoslos a analizar la Ley sobre Drogodependencias y otros trastornos adictivos-la famosa “Ley seca”. Observemos muy resumidamente, en que consisten: prohibición de venta y consumo de alcohol en la calle, tanto para menores como para adultos, salvo en terrazas, veladores, fiestas patronales o similares; prohibición de la venta de alcohol a menores de 18 años; prohibición de vender alcohol en horario nocturno, es decir de diez de la noche a ocho de la mañana, salvo en aquellos establecimientos donde el consumo del mismo sea en su interior; prohibición total de la venta de alcohol en gasolineras, áreas de servicio,y maquinas expendedoras; también se prevén limitaciones a la venta en los centros públicos dependientes de la Administración etc. Esta Ley se nos presenta como la panacea que acabara con el botellón y el consumo abusivo de alcohol entre los más jóvenes. Sin embargo todas estas medidas de corte restrictivo sobre el consumo y oferta de alcohol no son una novedad. La pregunta clave es : ¿han podido esas normativas acabar con el fenómeno del “botellón”?según parece, estas no han conseguido acabar con el consumo de alcohol en la calle, y como rezaba un titular del diario El País “el botellón se impone a la ley” en la comunidades de Cantabria, Aragón, Canarias,y castilla León. En Valencia miles de jóvenes se lanzan al consumo de alcohol los fines de semana en sus calles barrios y paseos a pesar de existir desde 1997 la Ley de Drogodependencias que lo prohíbe. Y en Murcia, el consumo de alcohol aumenta y se dispara los fines de semana según revela la última encuesta escolar correspondiente al año 2000, pese a existir una ley similar a las anteriores, también desde 1997. Es mas en regiones donde el “botellón” es prácticamente inexistente como Cataluña, la alarma social generada en el resto del Estado ha propiciado que el parlamento catalán aprobara una ley contra la venta de alcohol a los menores de 18 años que supone la reforma de una ley de 1985 que permitía la compra de bebidas alcohólicas de graduación inferior a los 23 grados a partir de los 16 años. Mi experiencia personal fue en Tenerife donde en la zona Universitaria a partir del jueves tarde miles de jóvenes van a beber asta el domingo noche es una riada humana era lamentable si pasabas alas 8 de la mañana en que estado te encontrabas a muchísimos de ellos.

Las causas del botellón.

Existe entre los jóvenes una crisis de identidad derivada o motivada por trabajos sin aliciente(precariedad ) y unos estudios sin proyección de futuro, no encontrando alternativas que los compensen en la oferta de otras actividades creativas o participativas. La mayoría de nuestros jóvenes tienen una imagen muy devaluada de si mismos, a la que contribuye, en parte, el enorme fracaso escolar en enseñanzas medias que nuestro sistema educativo genera. Esa baja autoestima y poca confianza en ellos mismos, implica en gran parte que sea la generación que más depende para su felicidad y seguridad de las opiniones de sus iguales. Motivo por el que son tan fácilmente manipulables por la publicidad, que asocia consumo juvenil, incluido consumo alcohólico, con personalidad atrayente, con éxito y aceptación. Es por ello que serán los fines de semana los que permitan adquirir y ejercitar una identidad juvenil propia dentro de un contexto muy competitivo de experimentación al máximo de todas las sensaciones posibles. Una mayoría de jóvenes ha asumido esa pauta compulsiva de diversión que les obliga a que el estado anímico y la disposición física no decaigan en toda la noche, siendo esta la dinámica principal que explica la función del alcohol y la forma de su consumo. Sin embargo, hay una incongruencia entre lo que los jóvenes hacen y lo que manifiestan que querrían hacer. Solo un 2% de las personas jóvenes mencionan que su actividad preferida para el tiempo libre es “ir de copas”. A pesar de ello ir de bares es la actividad mas generalizada. De tomarlos en serio, deducimos que no es posible cambiar la forma de divertirse de los jóvenes sin transformar las infraestructuras ni los equipamientos de ocio. Es ilustrativo comprobar como existiría un enorme déficit de recursos si las campañas que proponen un ocio sano, cultural y creativo, lograsen sus objetivos. Entre un 45% y un 55% de jóvenes no podrían practicar deportes y entre un 40% y un 52% de los mismos no tendría al alcance de sus bolsillos el poder ir al cine o al teatro. Y señala que hay un excedente aproximado de 200000 jóvenes, tan solo en Madrid, que tienen donde reunirse con amistades en fin de semana, es decir, señala la inexistencia de espacios alternativos a bares y discotecas (que en muchos de los casos no pueden pagar). De hecho, la segunda cosa que más echan en falta los jóvenes son los centros de reunión y los locales para jóvenes. Estas son algunas de las principales razones que explican por que los jóvenes beben en la calle. Pero no debemos olvidar que el ocio de los jóvenes es también un negocio. Esto puede motivar dos tipos de reacciones. La primera, la aplicación de políticas destinadas a sacar a la gente de la calle hacia centros de diversión juvenil donde se convierten en consumidores cautivos. La segunda, aparición de resistencias facticas a promover infraestructuras alternativas a las de las industrias del ocio de fin de semana, infraestructuras que podrían quitarles una parte de sus clientes jóvenes. Observemos estas cifras macroeconómicas: en 1999, cada joven habia administrado como promedio unas 87.380 pesetas, de las cuales entre el 45% y el 85% las gasto en fin de semana. Para los especialistas la alternativa consiste en proporcionar espacios que no dependan de la lógica del mercado y que no estén destinados a la promoción del consumo de masas.

También hemos observado como los padres comentaban lo difícil de educar a los jóvenes en el consumo responsable y la percepción del peligro que puede conllevar el consumo de alcohol, dentro de una sociedad en la que el alcohol forma parte de nuestra vida cotidiana y de todas nuestras celebraciones. Es muy significativo que solo un 16,3% de los padres prohíba absolutamente el consumo de alcohol frente al 76,1% que prohíben el cannabis, según revelan los datos de Madrid de la Encuesta Escolar sobre drogas del 2000. Es mas, los adultos que dicen beber para divertirse ascienden al 72% frente al 62% de los jóvenes. Y es que según los datos de la Organización Mundial de la salud, somos el octavo país en el ranking de los mayores consumidores de alcohol del mundo. Es más, aun conociendo los graves riesgos que para la salud puede representar el alcohol, “consentimos que el sector alcoholero sea uno de los más activos en publicidad. Además, muchas de sus campañas parecen especialmente dirigidas a los jóvenes”, en palabras de Cees Goos, ex-responsable para Europa de la OMS, publicadas en el diario El País el 13 de febrero de 2002.



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